Ayer fue otra noche
mágica, otra de las que te hacen sentir orgulloso de tu equipo, una noche de
esas en las que el corazón y el escudo te dan la victoria.
El Real Madrid llegaba
a Munich, la ciudad incendiada, para apagar el fuego. Guardiola y Rummenigge ya
se habían encargado de arengar a su afición y calentar el encuentro mientras
que los madridistas con Carlo Ancelotti a su cabeza, mantenían la calma y afrontaban
el partido como una final. Ambos equipos salieron con todas sus armas al campo
de batalla, el Bayern sacaba su equipo más ofensivo de la temporada con el
objetivo de marcar pronto y meter atrás al Real Madrid; los visitantes salían a
defender, a aprovechar las contras y sus oportunidades como bien hicieron en la
ida y así lograr el primer billete para Lisboa.
El Bayern y su juego de
posesión no bastaron para frenar el ímpetu y la velocidad del Madrid. A los
quince minutos de partido, en una excelente jugada a balón parado, Sergio Ramos
marcaba el 0-1, su gol, el que la Champions le debía, la venganza contra Neuer
y el que encarrilaba el camino hacia la final. No fue suficiente, a los cuatro
minutos era el mismo Sergio Rmos quien remataba a gol una falta sacaba por
Ángel Di María desde la frontal, con el 0-2, el Bayern ya estaba muerto. La
posesión del Bayern y de Pep no dio ninguna sensación de dominio del partido
ante los arreones del Real Madrid. La noche prometía, y aún más cuando antes de
finalizar la primera parte, apenas 15 minutos después del gol de Ramos, una magnífica
salida en velocidad de Gareth Bale acababa en un pase de la muerte a Cristiano
Ronaldo, quien marcaba el tercer e igualaba el record como máximo goleador en
la Champions en una sola campaña, record que batiría en el último minuto con un
gol de falta raso desde la frontal que terminaba con el castigo del Bayern.
5-0, el Real Madrid le devolvía la manita a Pep Guardiola, quien dijo que ya
había leído el pase del Real Madrid a la final y estaba en lo cierto. Los jugadores llevaron sus camisetas de “A
por la décima” luciéndolas orgullosos en el Allianz Arena. 12 años después, el
Real Madrid vuelve a una final de Copa de Europa. Historia, esa palabra
describe la noche de ayer, la peor derrota del Bayern en Copa de Europa de toda
su historia, la peor derrota de Guardiola y el primer triunfo del Real Madrid
en el feudo bávaro; a esto se le añade la racha de Carlo Ancelotti, la bestia
blanca del Bayern de Munich, la bestia negra se hizo pequeña ante el
planteamiento del italiano, “Ha sido el partido perfecto” dijo al finalizar el
partido.
El Real Madrid ya tiene
su billete para Lisboa. Estarán hoy pendientes de Stampford Bridge, donde se
asegura una final con morbo: la ansiada final española o la final contra
Mourinho, esperan un buen finalista.
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